Para muchas personas, la elección de un celular se basa principalmente en su funcionalidad y rendimiento, no en su diseño exterior. Esto se debe a que priorizan la eficiencia y la capacidad del dispositivo para cumplir con sus necesidades diarias. Por ejemplo, un procesador rápido, una batería de larga duración y una buena capacidad de almacenamiento son aspectos cruciales para aquellos que usan su celular para trabajo, juegos o actividades que requieren un rendimiento robusto.