La capa de personalización de Nothing OS me ha sorprendido gratamente por su enfoque en la simplicidad y el diseño limpio. A diferencia de otras interfaces que tienden a recargar la experiencia con opciones y características innecesarias, Nothing OS apuesta por un minimalismo bien logrado, donde cada elemento tiene su lugar y propósito.
Una de las cosas que más me gusta es la ausencia de bloatware, lo que hace que el sistema sea rápido y eficiente desde el primer momento. No tienes que perder tiempo desinstalando aplicaciones que no necesitas, lo cual ya es un alivio. Además, los detalles visuales están muy bien cuidados: las animaciones son suaves y sutiles, lo que le da un toque moderno sin exagerar. Los widgets personalizados, con su estilo único, aportan personalidad sin comprometer la funcionalidad.
También se nota que han pensado en la experiencia del usuario, haciendo que la navegación sea intuitiva y que todo esté a mano sin complicaciones. A pesar de su enfoque minimalista, no se siente limitado; al contrario, sientes que tienes lo que necesitas, pero sin las distracciones habituales de otras capas de personalización.
En definitiva, es una interfaz que logra un equilibrio entre lo estético y lo práctico, ofreciendo una experiencia que se siente fresca y bien pensada.