En mi opinión, un celular nuevo debería ofrecer al menos dos años de actualizaciones importantes del sistema operativo y tres años de parches de seguridad. Esto asegura que el dispositivo se mantenga actualizado con las últimas características y mejoras de seguridad, lo cual es crucial para la protección de datos y la estabilidad del sistema.
Las actualizaciones importantes no solo introducen nuevas funciones, sino que también pueden resolver problemas y mejorar la experiencia general del usuario. Por otro lado, los parches de seguridad ayudan a proteger el teléfono contra vulnerabilidades que podrían ser explotadas por malware o hackers.
Un compromiso mínimo de dos años de actualizaciones importantes y tres años de parches de seguridad ofrece un buen equilibrio entre la longevidad del dispositivo y el valor que obtienes por tu dinero.