Es una pena ver que LG dejó de fabricar teléfonos. La marca tenía una gran reputación y ofrecía dispositivos innovadores con características únicas, como su enfoque en cámaras y diseño modular. Sin embargo, LG enfrentó varios desafíos en el competitivo mercado de smartphones, como la intensa competencia de marcas chinas y la dificultad para adaptarse rápidamente a las tendencias del mercado, como el crecimiento de los teléfonos plegables.
Además, las pérdidas financieras continuas en su división móvil durante varios años hicieron que la empresa reconsiderara su estrategia. Al final, LG decidió centrarse en otros sectores, como electrodomésticos y tecnologías de pantallas, donde tienen una posición más fuerte y rentable.
Es una lástima, porque muchos de sus modelos, como el LG V60 y el G8, ofrecían un gran valor y características destacadas. Espero que la marca siga brillando en otros campos y que, algún día, podamos ver un regreso al mercado de smartphones.