Razonando la pregunta creo que hay cosas que se tienen que priorizar sí o sí, considero que en otros apartados se puede ser un poco más flexible (tal vez las cámaras, el almacenamiento y materiales de construcción -aunque claro, depende el usuario-).
En mi opinión hay que tener en cuenta:
Procesador: El '‘cerebro’' del dispositivo, crucial para el rendimiento general. Considero necesario un procesador potente si utilizas aplicaciones exigentes.
RAM: Afecta a la fluidez y a la multitarea. Para un uso intensivo, elige 8 GB o más; para un uso moderado, basta con 6 GB.
Almacenamiento: 128 GB es el mínimo recomendado hoy en día. Si grabas mucho o descargas contenidos, opta por 256 GB. Si el dispositivo admite microSD, puedes ser más flexible.
Pantalla: Si consumes mucha multimedia o juegas, prioriza las pantallas OLED/AMOLED y altas frecuencias de refresco (90-120 Hz). Para un uso básico, basta con una pantalla FHD estándar (aunque estas ya se quedan un poco atrás en comparación con el estándar).
Cámaras: Más megapíxeles no siempre significan mejor calidad. Si la fotografía no es clave para ti, aquí puedes ser más flexible. Busca una buena estabilización y procesamiento de imagen si te gusta la fotografía móvil.
Batería: Busca una batería de al menos 4500 mAh. Para una mejor duración de la batería, 5000 mAh es ideal. La carga rápida (mínimo 25W) también es importante.
Conectividad: 5G y Wi-Fi 6 son importantes para que tu dispositivo esté preparado para el futuro.
Actualizaciones: Asegúrate de que el dispositivo recibirá actualizaciones del sistema y de seguridad durante al menos 2-3 años.
Materiales y durabilidad: Si el teléfono va a sufrir un uso intensivo, prioriza la durabilidad (IP68, Gorilla Glass, etc). De lo contrario, puede ser más flexible en este aspecto.