la saturación y la falta de innovación en ciertos productos de marcas populares como Apple y Samsung, con sus bases de usuarios fieles, tienden a lanzar actualizaciones anuales que a veces ofrecen mejoras incrementales, sin cambios radicales o innovaciones.
Esto lleva a que, muchas veces, los usuarios compren nuevos modelos solo por el prestigio de la marca, más que por una necesidad real o una diferencia significativa en el rendimiento o las funciones.
Por otro lado, marcas emergentes cómo chinas, han estado lanzando productos de alta calidad a precios más accesibles o económicas, y en algunos casos, con innovaciones más llamativas o con relación de calidad-precio. Sin embargo, como bien mencionas, estas marcas enfrentan una barrera importante en la mente del consumidor, sobre todo de aquellos que son leales a Apple o Samsung, lo que dificulta que su publicidad y sus ventajas lleguen a todo el público.
Y ademas esa dinámica también está ligada a los hábitos de consumo. Una pausa o una disminución en la frecuencia de lanzamientos tal vez abriría más espacio para la exploración de otras opciones y para que los consumidores se den cuenta de que hay alternativas sólidas y competitivas más allá de las marcas establecidas. Esto fomentaría una competencia más justa y permitiría que las empresas emergentes ganen visibilidad y credibilidad, lo que podría beneficiar tanto a la industria como al consumidor.
Y eso no le conviene a apple y Samsung por su “mercado monopolizado”entre comillas.